lunes, 9 de febrero de 2009

Entre el mismo destierro







Entre el mismo destierro de las tierras
en las que fui tu reina, tu princesa
y tú fuiste mi angel, mi protector
entre ellas me consumo y me pierdo.
Donde la conquista no fue más que una fantasía
en la que las palabras eran fáciles
y los hechos difíciles de cumplir
donde una palabra valía más que un hecho.
Las lagrimas ya mueren y se evaporan,
por fin lo consigo por derecho, por valentía,
porque te di mi amor y tú solo cobardía,
porque te ame hasta derretir el alma mia.
Y por fin hoy digo y cuento,
que no me arrepiento de nada,
mi entrega fue limpia, una vida,
y tú perdiste, entregaste la rendición.
Asi queda la historia ya perdida,
vendida con una despedida,
en la que contaron unos segundos,
quemados de odio, ya sin vida.

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